- Más dinero en tu bolsillo para comprar más y mejor, derivado de la reducción de la burocracia estatal y de más empleos privados, mejores y más productivos, y en consecuencia mejor pagados en monedas duras, capaces de conservar e incrementar en el tiempo su poder adquisitivo en términos de bienes y servicios.
- Cero miseria y mucho menos pobreza, con la real solución y no con paliativos “asistencialistas” que no dan real asistencia, sino que provocan dependencia y adicción.
- Más seguridad sobre tu vida y tus propiedades, derivado de la descentralización a Estados y municipios de los genuinos servicios gubernamentales: seguridad y justicia.
- Más y mejores carreteras, puentes y obras de infraestructura pública, cuya construcción y mantenimiento va a potenciar los esfuerzos de los trabajadores, empresarios y agentes del sector privado, a fin de hacerlos más productivos. Y también menos smog y ruido, ciudades limpias y menos tráfico en tus calles y avenidas como resultado del orden urbano en el cual se concentrarán las municipalidades.
- Mucho menos corrupción, de tal modo que pueda ser castigada y prevenida mediante sus remedios propios: los judiciales. Sin alharacas y escándalos para distraer la atención.
- Mayor respeto y mejores sueldos para los necesarios servidores públicos, o sea los policías, militares, jueces y diplomáticos, funcionarios y empleados administrativos del Estado.
- Un justo y único impuesto, logrando finalmente que todos los ciudadanos contribuyamos con las únicas funciones propias del Estado.
- Respeto y pleno goce de la propiedad privada, toda, incluyendo el subsuelo, “desde el cielo hasta el infierno”. Así todos podremos participar de los beneficios y ganancias de la explotación de las riquezas naturales, contribuyendo los dueños a la conservación del Medio Ambiente.
- Productos y servicios abundantes, de buena calidad y a precios competitivos, derivado de la apertura económica y los mercados libres, sin privilegios para las empresas ni regulaciones abusivas para los empresarios, productores y fabricantes.
- Excelente educación y atención médica de primera, en institutos privados, para todos, a pagarse con dinero propio, o mediante bonos estatales para los más pobres, en la transición al capitalismo liberal maduro. Y para los más adultos: jubilaciones y pensiones dignas, a cargo de Empresas Administradoras de Fondos de Pensiones y Jubilaciones de capitalización individual.
- Gremios, sindicatos y asociaciones profesionales sin privilegios y en sana competencia con empresas de capacitación y entrenamiento profesional; intermediación entre la oferta y demanda de trabajo (Bolsas de Trabajo); y administración de Fondos de Pensión y Jubilación.
- ¡Mucho más tiempo libre! A dedicar cada quien en la educación, familia, ocio y esparcimiento, bellas artes, y actividades de voluntariado en filantropía y asistencia a los más necesitados, etcétera, porque no pagaremos los costos del estatismo, disfrutando de una economía mucho más productiva requiriendo una inversión mucho menor de tiempo y esfuerzo. Con más tiempo para atender los asuntos de la familia, los niños y jóvenes crecerán en un ambiente sano, libre de drogas y malas influencias. El tiempo libre es un beneficio realmente extraordinario, que nadie nunca ofrece, ni siquiera menciona; ¡sólo los liberales!
En fin, un nivel de vida muy superior para ti, y para tu familia, como resultado de la desaparición de todos los daños y perjuicios procedentes de las leyes malas. Y resultado del crecimiento económico, del aprovechamiento de las mayores y mejores oportunidades, y de la incesante creación y distribución de la riqueza por los mecanismos capilares del mercado, que son los más justos y efectivos: de cada quien según su capacidad y voluntad; a cada quien según su contribución productiva.
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