- A nivel nacional, hoy en día hay más de una decena de impuestos y aranceles, que se llevan más de la mitad de la riqueza producida por los mexicanos. Con las Reformas 1 y 2, todos esos gravámenes van a ser sustituidos por el impuesto plano “de las tres U”, que va a ser Único (ese solo); Universal (sin excepciones); y Uniforme (igual para todos), de un 5 % a los ingresos de las personas físicas.
Los ingresos recaudados serán para sostener las tres funciones estatales propias de Defensa/Seguridad, de Administración de Justicia, y de obras públicas de infraestructura física a nivel nacional. Y también para financiar el “gasto social”: las tres series de bonos o cupones para la educación, la atención médica, y las jubilaciones de los más pobres, con las Reformas 3, 4 y 5.
- “Efecto Laffer”. ¿Y alcanzará la plata? ¡Claro que sí! Mira: además de muchos y altos impuestos, hoy tenemos una gran cantidad de leyes malas que imponen innumerables trabas estatistas a la economía, decretando privilegios injustos que generan nichos monopólicos y estorban la libre competencia. Y como si fuera poco, tenemos además una banca de reserva parcial, basada en una moneda puramente fiduciaria, sin respaldo metálico alguno, que puede emitirse indiscriminada y masivamente. Todo lo cual impide la creación de riqueza en gran escala.
Pero con las primeras dos reformas, vamos a pasar a una economía libre (de violencia y fraude), sin trabas estatistas, y con banca de reserva total, con base en una moneda dura con patrón oro. Significa esto que la producción va a verse multiplicada por 4 o 5 veces en el primer año nada más. Se llama “Efecto Laffer”, por Arthur Laffer, el economista que lo descubrió y explicó. Por tanto lo monto recaudado por el impuesto nacional único del 5 % va a ser varias veces mayor que el actual recaudado de todos los impuestos juntos.
- Federalismo Fiscal. A niveles regional y municipal, cada Estado y cada municipio del país podrá decretar todos los impuestos que sus residentes aprueben, para los fines que sus residentes aprueben.
El principio es que todo Estado o municipio que quiera más gasto público, para los fines que sea, lo pague con su propio dinero de su bolsillo.
Texto extraído del Compendio de las 5 Reformas.