México es un país muy particular, se nos dice, con su propia historia, con sus problemáticas únicas, con una idiosincrasia muy distinta a la del resto del mundo. Este es el primer golpe de “realidad” que se nos expone cuando nos hacemos la siguiente pregunta ¿Por qué México no sale adelante?
“Es que es nuestra realidad…”
Mientras seguimos inmersos en nuestra “realidad”, otras naciones han salido y siguen saliendo adelante. Naciones que en el pasado experimentaron niveles de pobreza mayores que los de México, hoy en día mantienen niveles de crecimiento económico por encima de las países que son potencias mundiales. Para ejemplo los países denominados los Tigres Asiáticos y los Leones Africanos.
Para dar golpes de “realidad” todos hemos sido unos expertos, no sólo en México, sino en toda América Latina. Existe la “realidad” del pasado, nuestra cultura que defendemos a capa y espada, pero que dilapidamos en el momento preciso en el que los latinoamericanos decimos: Para progresar necesitamos primeramente un cambio cultural.
Pero ese cambio cultural nunca llega, pues en la sobremesa de los pseudo-intelectuales, que salen en la prensa y en la televisión, allí no se resuelven los asuntos nacionales. Tampoco llega cuando la clase media se siente atacada y sale a las calles a manifestarse con sus marchas, un día invertido solamente, un día que no hace mella ni mucho menos genera un cambio cultural.
Así nos podemos pasar la vida, pues esperamos que primero, por ejemplo, mejore la educación impartida por el Estado, para que después mejore nuestra “realidad”. Esperamos que los partidos políticos entiendan la “realidad”, para que enderecen el camino. Creemos que primero debe llegar ese MESÍAS POLÍTICO REDENTOR que acabe con la corrupción y con los privilegios. Mientras tanto, los ciudadanos en lo general, nos hemos vuelto antipolíticos, partidofóbicos y hasta le hemos llegado a tener aversión a la democracia, y en contraposición deseamos las soluciones inmediatas, la POMADA POLÍTICA MILAGROSA, lo queremos todo, pero sin esfuerzo, pues no sabemos en qué aplicar dicho esfuerzo.
El verdadero golpe de realidad
Sin embargo la realidad, de México y de América Latina, no es como nos la cuentan o como la hemos querido entender. Es decir, hay pobreza, pero no es por falta de oportunidades; existe déficit en salud, pero no es por falta de recursos; no hay progreso, pero no es por culpa de la corrupción; la política en nuestras naciones ha sido mala, pero es por culpa de malos políticos, no porque la política sea intrínsecamente mala; y podemos seguir enumerando. Para que quede claro, los síntomas no hacen al enfermo, los síntomas sólo son la evidencia de una enfermedad. Cuando se habla de realidades en nuestras naciones, únicamente se abordan los síntomas y no al problema.
La enfermedad es el estatismo o un Estado obeso e ineficiente, consecuencia de políticas que van en contra de los intereses particulares de las personas, de las familias y de todas las instituciones privadas.
Esta es LA REALIDAD que se descubre al conocer el proyecto de la Gran Devolución y el programa de las 5 Reformas, y a las instituciones que los promueven a nivel latinoamericano: El Foro Liberal de América Latina (FLAL), el Centro de Liberalismo Clásico, la Academia Cristiana de Ciencias Políticas creadora del taller de estudio LA REALIDAD, y un creciente número de movimientos políticos de derecha liberal alrededor del continente .
Y hay más, la realidad, la revelada con base en estudios e investigaciones serias que hace el FLAL, nos dicta que sí hay una salida para los problemas que experimentan nuestras naciones, tanto del orden económico, como del orden social, cultural, educativo, de salud, etcétera. Pero debemos de entender algo primordial y de suma importancia, la salida es política, no por otras vías expuestas por supuestos “realistas”, pseudo-intelectuales o influencers antipolíticos que creen que el cambio debe ser primeramente de conciencia o de cultura.
Por la vía política, sí, pero acompañada de formación en ciencia política y ciencia económica, con enfoque en liberalismo clásico y de la escuela austriaca respectivamente. Conocimiento reforzado con casos de éxito de naciones que han impulsado proyectos muy similares, sino es que idénticos, a los de la Gran Devolución.
Con formación académica liberal clásica, y también con una hoja de ruta para la acción política, pues sin objetivos no hay visión de hacia dónde, y sin visión no hay rumbo. El paquete completo para afrontar al pesimismo “realista” o piedras de tropiezo, que no se libran con tan solo un poco de optimismo, sino con una conciencia de las condiciones, favorables o desfavorables, es decir con conocimiento de LA REALIDAD, la verdadera, no una pobre abstracción de ésta.
No es para nada un bálsamo conocer y estudiar la realidad, al contrario, nos da para darnos cuenta que existen muchos impedimentos y que conforme vamos creciendo en forma de cuadros políticos en nuestras naciones, aparecen los detractores, no unicamente de parte de los enemigos naturales de la libertad, no, incluso de parte de aquellos que se dicen defenderla, cosa curiosa. Sin embargo el conocimiento nos da más ánimos de continuar esforzándonos y de seguir adelante, pues el saber nos hace dueños de lo que somos, de lo que hacemos y de lo que lograremos.
¿Podremos modificar nuestra realidad? Es posible. Si eres de los que cree que nuestra realidad es inmutable y no nos merecemos nada mejor, lo siento mucho por ti. Si por el contrario, crees que es posible un mejor México y una mejor América Latina, pero no sabes cómo lograrlo, acércate a nosotros, busca en las redes sociales y en Internet sobre el proyecto de la Gran Devolución, el programa de las 5 Reformas, pregunta por LA REALIDAD, súmate y forma parte de esta gran familia de liberales clásicos al rededor de todo el continente.
Por el México y la América Latina que queremos.