Dicen que los liberales nos creemos capitalistas y ni tenemos capital, no somos dueños de los medios de producción, muchas veces ni contamos con propiedades, no que valgan la pena, que sólo somos unos consumistas y por tanto no somos dueños de nuestro futuro. En resumen, dicen que defendemos algo que no somos. No somos capitalistas.
Y tienen razón, pero no saben ni por qué la tienen. En países como México, y en general en cualquier país de América Latina, no existe el capitalismo, aunque sí que existen los sectores capitalistas. Es decir, no existe el capitalismo liberal, el que es para todos, sólo existe el capitalismo para unos cuantos o mercantilismo.
Pero, ¿por qué no somos capitalistas, no sólo los liberales sino cualquier persona que se esfuerza todos los días?, la razón es porque las leyes socialistas o comunistas impresas en nuestras constituciones nos lo impiden.
¿Cuáles leyes socialistas? ¡No inventes! No, no invento, las primeras leyes socialistas o comunistas en nuestras constituciones fueron las recomendadas en el Manifiesto Comunista de 1848¹:
- Expropiación de la propiedad inmueble y aplicación de la renta del suelo a los gastos públicos.
- Fuerte impuesto progresivo.
- Abolición del derecho de herencia.
- Confiscación de la fortuna de los emigrados y rebeldes.
- Centralización del crédito en el Estado por medio de un Banco nacional con capital del Estado y régimen de monopolio.
- Nacionalización de los transportes.
- Multiplicación de las fábricas nacionales y de los medios de producción, roturación y mejora de terrenos con arreglo a un plan colectivo.
- Proclamación del deber general de trabajar; creación de ejércitos industriales, principalmente en el campo.
- Articulación de las explotaciones agrícolas e industriales; tendencia a ir borrando gradualmente las diferencias entre el campo y la ciudad.
- Educación pública y gratuita de todos los niños. Prohibición del trabajo infantil en las fábricas bajo su forma actual. Régimen combinado de la educación con la producción material, etc.
Estos diez puntos fueron una recomendación precisamente para acabar con el capitalismo liberal, el capitalismo para todos y con la institución natural que le da origen al capitalismo: La familia.
Muchas de las recomendaciones en el manifiesto comunista fueron traducidas algunas en forma de leyes, otras en forma de regulaciones o reglamentaciones para crear instituciones burocráticas que fiscalicen el quehacer económico de la naciones que las promulguan.
Sin embargo, los socialistas no se limitaron al manifiesto comunista, sino que promovieron mucho más leyes y reglamentaciones. Por ejemplo, en el manifiesto comunista se limitan a lo económico y abordan sólo la parte social vinculada a la educación. En la práctica los socialistas han promovido leyes que regulan además lo referente a la salud, al ahorro y a la banca, al comercio, al consumo, a la política y a la cultura en lo general.
Es cierto que no somos capitalistas, lo intentamos pero cuesta mucho. Los pro-socialismo, vuelvo con ellos, se burlan echándonos en cara que el capitalismo es sólo para unos cuantos y esos capitalistas nunca van a permitir que el resto de la sociedad acceda a la riqueza. Pero la realidad está en la ley, allí está escrito quién es el que decide la condición de riqueza o pobreza. Para ejemplo el artículo 25 de la Constitución Mexicana que en sus primeros tres párrafos reza así:
Corresponde al Estado la rectoría del desarrollo nacional para garantizar que éste sea integral y sustentable, que fortalezca la Soberanía de la Nación y su régimen democrático y que, mediante la competitividad, el fomento del crecimiento económico y el empleo y una más justa distribución del ingreso y la riqueza, permita el pleno ejercicio de la libertad y la dignidad de los individuos, grupos y clases sociales, cuya seguridad protege esta Constitución. La competitividad se entenderá como el conjunto de condiciones necesarias para generar un mayor crecimiento económico, promoviendo la inversión y la generación de empleo.
El Estado velará por la estabilidad de las finanzas públicas y del sistema financiero para coadyuvar a generar condiciones favorables para el crecimiento económico y el empleo. El Plan Nacional de Desarrollo y los planes estatales y municipales deberán observar dicho principio.
El Estado planeará, conducirá, coordinará y orientará la actividad económica nacional, y llevará al cabo la regulación y fomento de las actividades que demande el interés general en el marco de libertades que otorga esta Constitución.
Artículo 25 de la Constitución Mexicana
¿Cómo podríamos ser capitalistas si el capitalismo está reglado y regulado, dese la mismísima Constitución, por el Estado? Si el propio sistema financiero está controlado por el Estado, significa que no vivimos en un sistema capitalista, sino en uno socialista-mercantilista.
Es entonces que el hecho de no ser capitalista no me impide ser pro-capitalismo y luchar por lo que el Estado me impide ser. Y ser pro-capitalista no me hace defensor de los que hoy gracias al Estado tienen el privilegio de capitalizar riquezas, pues el suelo no está parejo para todos.
Sólo hay un camino para darle reversa a este sistema socialista-mercantilista que nos impide y complica acceder a nuestra propia capacidad de generar riqueza para nosotros mismos, la salida es darle reversa a todas las leyes socialistas que se han promulgado en nuestras constituciones en lo que va del siglo pasado y el que va corriendo.
Pero no es sólo darle reversa, también se debe provocar una Gran Devolución de todo lo que debe estar en manos de la sociedad y hoy está en manos del Estado: la vida política, la económica, la educación, la salud y el ahorro para nuestro futuro.
Piénsalo, ¿quieres seguir siendo sólo un consumidor, parte de este sistema socialista-mercantilista, o quieres ser un capitalista, dueño de tu propio patrimonio y capaz de garantizar por ti mismo tu futuro y el de tu familia?